Archivos Mensuales: junio 2013

Podría ser yo

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Esa madre que ha parido y cría de una manera diferente a la mía, podría ser yo.

Esa mujer que ha tenido una cesárea electiva, una lactancia de fórmula, que no colecha, que incluso da un cachete a sus hij@s, también podría ser yo.

Esa mujer que ha encontrado a otras personas en su camino distintas a las que yo encontré, podría ser yo.

Esa persona que es violenta, que no escucha, que cree que es la más importante del mundo y estar en la posesión de la verdad, podría ser yo.

Esa cirujana que hace una cesárea sin tener en cuenta los sentimientos de la madre, también debería pensar que esa mujer podría ser ella.

Esa enfermera que se burla de tu dolor tras la cesárea y te dice que aguantes cuando tu bebé te hace grietas en el pecho, también debería pensar que tú podrías ser ella.

Esa auxiliar que te lava sin cerrar tu puerta, sin correr tu cortina, también debería pensar que tú podrías ser ella.

Esa mujer que da biberón y piensa que tu lactancia es un engorro y un vicio debería pensar: «esa podría ser yo».

Esa mujer que da biberón podría ser yo.

Esa mujer que da pecho y piensa que dar biberón es un engorro y una temeridad debería pensar: «esa podría ser yo».

Esa mujer que se burla de que hables de tu parto orgásmico debería pensar: «esa podría ser yo».

Esa mujer con un parto extremadamente doloroso, tan doloroso que se desmaya de dolor, esa mujer, también podría ser yo.

Esa mujer que me insulta en los comentarios y a quien no le gusta mi blog (pero que por alguna razón, lo visita), podría ser yo.

Esta mujer que escribe este blog podrías ser tú.

Porque ningun@ sabemos los motivos, dolores profundos, cicatrices abiertas, temores ocultos, que hay tras la actuación de alguien.

Tras algo tan personal, íntimo y que remueve tanto como es la maternidad, cada una encontramos un camino diferente, parece que tengamos hasta revelaciones (y revoluciones), y tomamos decisiones que nunca sabremos si son las adecuadas (bueno, quizás tras quince o veinte años…), al amparo o a pesar de nuestra sombra (que a veces no podemos o no queremos ver).

Esa que es visceral e impulsiva y se enfada y escribe un post casi con escritura automática, podría ser yo.

Esa que es reflexiva, amorosa y empática y escribe un post casi meditado, podría ser yo.

Esa que es cínica y casi usa el humor negro, podría ser yo.

Esa que es sensible y casi llora por todo, podría ser yo.

Por eso mi blog es así.

Gracias por leerme, y por ayudarme a aprender cada día más…

Aquello que no nos gusta de l@s demás, suele ser un reflejo de lo que no nos gusta de nosotr@s mism@s

Aquello que no nos gusta de l@s demás, suele ser un reflejo de lo que no nos gusta de nosotr@s mism@s

Fisgoneando en un hospital suomi (3): en el banco de leche humana

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Estimad@s lector@s, os sigo transmitiendo mis experiencias en el hospital Suomi. He de decir que estoy disfrutando mucho con estos relatos. Esta entrega no sé si será la última o la penúltima, ya que alguien me hizo una pregunta en el primer post de la serie a partir de la cual hice algunas indagaciones (y aún las sigo haciendo) que puede que den para otro post. La cosa está interesante.

Quiero deciros que si habéis llegado a este post por casualidad os recomiendo pasaros también por la primer parte y por la segunda, si os apetece. Aunque quizás os apetezca empezar con esta, la numeración de estos post no es algo rígido, una se pregunta antes qué fue antes, al estilo de la típica pregunta sobre el huevo y la gallina… Como respetan los tiempos de parto y la fisiología del mismo, ¿las madres se sienten más vinculadas con su bebé y por ello la lactancia es tan exitosa que da hasta para un banco de leche? O como ven que los bebés no se desestabilizan con el piel con piel sino al contrario, ¿por eso hacen la lactancia materna exclusiva más posible? ¿Quién cambió estos protocolos? ¿Lo pedían las madres o fue a partir de resultados obtenidos y evidencia científica? No he llegado a tal profundidad en mis entrevistas. Ahí lo dejo, para que cada un@ piense, como me dijo una vez una de mis queridas matronas, que el sistema cambia desde él hacia l@s usuari@s, pero también desde nosotr@s hacia él.

Vamos a lo que vamos en este post. Mucha gente en el hospital me hablaba del banco de leche materna, y una vez más, mi querida Inkku se percató de mi gran interés en él y concertó una cita, en un día en el que mi presencia no retrasara su dinámica, para que yo lo visitara, y que al mismo tiempo me pudieran atender y saciar mi curiosidad fisgona.

Inkku me acompaña hasta la puerta y allí me recibe Christina Tuominen, una apasionada de su trabajo y que agradece mi interés. Ella es la protagonista de esta entrevista.

Mely: Christina, ¿desde cuándo funciona este banco?

Christina: No lo sé exactamente, pero al menos desde la década de los 50. Yo nací en el año 1954 y mi padre vino a buscar leche para mí a este banco con su bicicleta. Así que imagínate lo que supone para mí estar aquí. Por aquel entonces mezclaban leche de vaca y agua con la leche materna de las donantes.

M: ¿Qué hace falta exactamente para ser donante?

C: Hay que distinguir que ser donante de leche materna no es lo mismo que se r madre lactante. Somos más exigentes en las condiciones de salud de la madre para garantizar la calidad de la leche. Por ejemplo, no se puede tomar casi ningún medicamento si eres donante. Únicamente la medicación para diabetes e hipotiroidismo, y algún analgésico suave (tipo paracetamol). Si se toma un ciclo de antibióticos, hay que esperar a 24 h después de tomar la última dosis para poder extraerse para donar. No es lo mismo que darle a tu propio bebé. Y tampoco puedes tomar anticonceptivos orales, sólo minipills.

M: Un inciso, Christina. ¿Sabes que en mi país aún hay médicos que no te dejan tomar un simple analgésico como los que dices al mismo tiempo que amamantas a tu bebé? ¿Ni tomar antibióticos? ¿Qué algunos dentistas ni siquiera quieren ponerte anestesia local? Te dan la opción entre pasarlo mal o seguir enferma y dar el pecho, o abandonar la lactancia para medicarte.

C: Pero, ¿cómo va a ser eso? Está demostrado que los analgésicos del grupo AINE no pasan a la leche en cantidad significativa. La mayoría de antibióticos también son inocuos, nosotr@s lo exigimos porque con las donantes queremos asegurarnos de la máxima “pureza” de la leche. Ten en cuenta que muchas veces se la damos a grandes prematuros porque sus madres aún no producen. Pero para una lactancia de tu propio hijo… ¡Los médicos aquí te recetan lo que te haga falta! Hay muy pocos medicamentos realmente incompatibles. Y la anestesia local es totalmente segura.

M: Gracias, no sabes cuánto me alegra oírte decir eso. Me gustaría que muchos médicos lo oyeran. Siguiendo con las donantes… ¿Qué condiciones de salud se piden?
C: Por supuesto no hay que ser fumadora ni beber alcohol ni consumir ninguna otra droga. Tampoco tener tuberculosis, LUES, VIH; hepatitis B, listeria, salmonella, MRSA ni VRE. Sí una mujer ha tenido cáncer, incluso de mama pero actualmente no lo tiene, incluso si ha pasado por quimioterapia puede donar, habiendo transcurrido un tiempo determinado después del último ciclo de quimio. Las extranjeras pueden donar si llevan en el país un mínimo de 2 años y han pasado por el filtro de nuestro sistema sanitario.

M: ¿Qué otras características se requieren?

C: Bueno, el propio bebé de la madre siempre es prioritario. Nos aseguramos de que su estado de salud y su ganancia de peso sea óptima, pero por ejemplo, tenemos ahora mismo una madre de un gran prematuro que ya produce en cantidad suficiente como para donar también al banco. Con las primerizas también les decimos que se tomen la lactancia tranquilamente, que disfruten, porque hay muchas cosas a las que te tienes que adaptar con un primer bebé. Pero si todo va bien y la lactancia está bien establecida, también pueden donar si quieren. Las donaciones se admiten hasta que tu bebé tiene 4 meses. Pero, como excepción, actualmente tenemos una madre cuya  leche siempre ha estado “limpia” y que aporta cantidades especialmente grandes a quien le voy a pedir que done otro mes más. Ahora viene el verano y la gente se va de vacaciones, cambia de rutina…Y el banco suele estar más vacío en esta época. La leche donada se usa en un máximo de 3 meses.

M: ¿Qué normas hay en cuánto a modo de extracción, cantidad, peso y edad de la donante, etc…?

C: No hay que tener un mínimo ni máximo de peso ni un máximo de edad. Tenemos una donante ahora con 47 años. No hay ningún problema por eso. A las donantes se les dan unas normas higiénicas como lavarse los pechos, las manos, secar con un papel o una toalla de un solo uso, manipulación y conservación de la leche… La conservación de leche para el banco tiene unas normas diferentes que la conservación de leche para uso doméstico. Las madres pueden elegir el método de extracción: manual, con extractor manual, con extractor eléctrico (podemos facilitarle uno) y tenemos actualmente una madre que ni siquiera se extrae, tiene un reflejo de eyección tan fuerte que mientras da un pecho se pone una cazoleta recolectora en el otro y eso es lo que dona. Y no creas que es poca cantidad. Por otra parte, no hay un mínimo de cantidad para donar  Pagamos a las madres a 17 euros el kilo de leche (considerando que 1 litro es 1 kilo). Imagina, si donas 100 ml al día son 3 litros al mes, serían 54 euros. Si donas 1 litro al día, serían 30 litros al mes, con lo cual serían 540 euros… Pero cada una dona lo que quiere, o lo que puede extraerse. Pagamos además sólo por la que nos sirve, por la que está “limpia” de contaminantes, que es la que usamos.

"Este modelo es antiguo y sé que parece de las postguerra, pero a las madres les encanta y aseguran que es muy eficaz"

«Este modelo es antiguo y sé que parece de las postguerra, pero a las madres les encanta y aseguran que es muy eficaz»

M: Guau… Pagáis por la donación de leche… Interesante… ¿Y cómo se hace la recogida?

C: Anteriormente se hacía a diario, pero resultaba demasiado caro. Actualmente se recoge la leche los lunes y los miércoles. La persona encargada recoge la leche en neveras portátiles especiales y deja en su lugar los recipientes vacíos esterilizados aquí que la donante pida. Los miércoles se recoge la del martes y el miércoles. Los lunes la del jueves al mismo lunes, conservada por las propias madres según nuestras instrucciones.

M: A partir de ahí, ¿por qué procesos pasa la leche?

C: La leche pasa por 3 análisis diferentes para garantizar su pureza, en el sentido de ausencia de microorganismos contaminates. La que está “limpia” se congela, quitando una de las etiquetas. La leche viene del domicilio con dos etiquetas, una que pone el nombre, la cantidad y la fecha y hora de extracción y la otra donde pone lo mismo excepto el nombre. Se retira la etiqueta donde aparece el nombre para saber cuánto pagar a esa madre en concreto y se deja la otra que nos dice hasta cuándo podemos usarla. Así también garantizamos el anonimato a partir de ese momento. A la leche de bebé de hasta 3 semanas le ponemos una cinta adhesiva roja que quiere decir que esa es la leche que usaremos prioritariamente al suplementar a un gran prematuro. Cada día, sacamos la que estimamos que vamos a usar al día siguiente y la dejamos 2 horas a temperatura ambiente. Luego se pone el frigorífico. Al día siguiente se deshace en un recipiente especial (y allí ya se mezclan todas las “leches” de diferentes mujeres), se pasteuriza y se divide y distribuye. La leche una vez pasteurizada ha de usarse en las siguientes 48 h.

"Suministramos a las madres diferentes recipientes: botellas, tuppers y bolsas"

«Suministramos a las madres diferentes recipientes: botellas, tuppers y bolsas»

M: Si la madre de un gran prematuro consiguiera extraerse su propia leche… ¿no sería mejor esa leche que la del banco?

C: La primera posibilidad de alimentación de un bebé es la leche de su propia madre, si ello es posible como dices. Es la óptima. Pero para bebés que pesen menos de 1,5 kilos se analiza la leche de la madre para ver si es realmente la más adecuada. Y se decide en base a ello. La segunda opción sería la del banco y la última al de fórmula. A los grandes prematuros se les mide la proteína BMF y si fuera necesario, se le añadiría a la leche que sea.

En la pasteurizadora

En la pasteurizadora

Preparando para distribuir

Preparando para distribuir

Lista para sus destinatarios

Lista para sus destinatarios

M: Antes me has hablado del coste de la recogida de la leche… ¿Cuánto cuesta esta unidad?

C: Esta unidad es una unidad con unas altas salidas de dinero y con cero entradas. Por ejemplo, la máquina pasteurizadota cuesta 25.000 euros y la unidad tiene un coste de unos 400.000 euros al año.

M: Y aún así la seguís manteniendo… Desde los años cincuenta, al menos.

C: Sí, aún así, la seguimos manteniendo.

M: ¿Y cuál es tu opinión? ¿Crees que es una inversión que a la larga revierte en la salud infantil y por extensión en la de toda la población?

C: Absolutamente. Antes de estar aquí estaba en UCI de prematuros y vi los resultados con mis propios ojos. Pero esta no es sólo mi opinión. Nuestros pediatras y neonatólogos están convencidos de que esta unidad debe seguir funcionando. Sin límite de tiempo.